Desde los Andes voy viajando, llego en vuelo ligero hasta mi Falcón querido, allí donde el harpa retumba contra las palmeras, me quedo embriagada con el aroma suave de coco y mar cristalino. Sigo, sigo sin dejar que mis ojos terminen de sentir y continuo con mi alma hasta los llanos, bien zapatea'o , así como se hace sentir cuando llegas a la inmensidad. Entre el morichal y la garza olvido mi voz. Vuela mi alpargata, canta mi falda al viento. Y se revive la copla del cantar sabanero. ( Addis Gq . añorando sonidos de la tierra lejana)