sábado, 24 de agosto de 2013

Verso perdido

Se levanta el pueblo,
hombres, mujeres hambrientos
de justicia,
faltos de verdad.
Buscan con gritos,
liberar el alma.
Niños perdidos de inocencia,
con armas para jugar,
mujeres retenidas
entre independencia
y creencia.
Se levanta el pueblo,
 hombres, mujeres aclamando
dignidad,
amparados en una extraña soledad.
Miles de personas
transitando la urbe, coordinados
en masas caminan sin rozar;
sus ojos esquivos,
evitando mirar.
Mordazas en boca, para no hablar.
Carentes de esperanza.
Miles andando sin destino.
Sin causa para luchar;
mientras
allí a escasos metros,
se levanta el pueblo,
oprimidos  por las políticas,
abandonados de la economía,
los desfallecidos por la realidad.
Y gritan sus ojos ,
desesperan sus manos cansadas,
Grita, el pueblo
busca un poco de piedad.
hartos de piedras,
devastados por tiranos,
pueblo que  solo es tu andar.   
    Cobardes que azotan con sus mercados,
manejan monedas,
devaluando vidas,
¿ Donde dejáis la compasión?
¿ Tanto cuesta hacer justicia ?
¿ Donde dejáis la bondad ?
    Se levantan los pueblos,
la paciencia no resiste,
madres,
padres,
 hermanos
unos buscando respirar
la tan preciada libertad,
otros desesperados por
un poco de pan.
Y yo que soy un poco
de ellos,
sigo desde lugar
    reservado
 con el alma
hecha tinta
me conformo
con un poco de llanto ajeno,
una pizca para
retomar mi humanidad.

Alma que me has abandonado,
hiel que mojas mis labios,
amargura que nace en  mis manos
de que me sirven tantas palabras,
si la letra sigue sin ser escuchada.
De que me valen
las musas
si todo cuanto logran
es verso barato,
Letra sin canto,
y luego se transforma
en llanto olvidado.

Se levantan los pueblos,
sin raza,
 sin dios
por el que rezar,
hurgan desesperados
donde quedo la
bondad;
palabras que se me terminan,
palabras, simples
como el pan,
son necesidad.

Mis manos no bastan,
para luchar,
incrédulas no dejan
de sangrar
caudal de letras,
que de mi cuerpo
viven,
y en la lagrima
del extraño
sienten.

Pueblos enteros,
de pie luchando por
un poco de verdad,
hermanos en guerra,
desalojados
de lo que otros
llaman piedad.
Almas perdidas
que nacen en crueldad,
niños que sueñan
con la batalla,
hombres repletos
de codicia,
sin moral para gobernar.

Y mis manos
no bastan para narrar,
cielos grises,
tierras bañadas de rojo
y sus gentes,
robando un poco
dignidad.
Letras que me acompañan
mi lengua que no descansa,
pierdo el aire en cada
palabra,
Aún así
sigue siendo
verso trivial.



(Avance proximo Libro)

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